Crema de maíz y anacardos con salsa de menta

El mismo día que vi esta receta en el blog de Sarah B., salí corriendo a buscar los ingredientes que me faltaban. Nunca pensé que en pleno verano me sería tan difícil conseguir mazorcas de maíz frescas. De camino a yoga, 7:30 am, pasé por el mercado de Santa Caterina, que recién abría sus puertas. Recorrí todos los puestos y sólo encontré mazorcas de maíz ya cocidas y empaquetadas, o maíz desgranado congelado. Finalmente, perdiendo las esperanzas, en el último puesto (la esquina de la izquierda, adelante de todo según entras por la puerta principal del mercado) me vendieron una bandejita con dos mazorcas frescas pero ya peladas (locales, eso sí) por 4 euros! (Al día siguiente en la Boquería vi la misma bandeja a 2,50€; compren allí.)

No hay costumbre de comer el maíz así, me dijo una de las vendedoras del mercado. Es cierto; en la mayoría de las casas españolas que conozco, el maíz lo consumen en bote o tarro y lo añaden a las ensaladas. Por lo tanto, pobrecitos, no tienen oportunidad de usar esos pinchos tan simpáticos que vienen en formas muy divertidas se colocan en el extremo de cada mazorca para agarrar el maíz sin enchastrarte ni quemarte los dedos. Cuando yo era pequeña teníamos unos con forma de mazorca de maíz, como éstos:

Es una crema ideal para finales de verano, queda tan rica tibia como fría, y puedes aprovechar los sabores de las hierbas aromáticas de estación para la salsita (menta como aquí, o albahaca), o también usar otras hierbas como perejil o cilantro o incluso jugar con especias como azafrán (la crema tuvo tanto éxito en casa que a los pocos días repetí -comprando el maíz en la Boquería- y esta vez la salsita fue de azafrán y perejil).

Los anacardos (castañas de cajú para los que leen del otro lado del charco) en remojo son un truco de los veganos para conseguir cremosidad sin lácteos. Funciona de maravillas, incluso para los más carnívoros.

Aquí va mi versión de la receta de Sarah B., juegen con otras versiones y me cuentan!

Crema de maíz y anacardos con salsa de menta
1 cucharada aceite de oliva extra virgen
2 cebollas medianas
4 dientes ajo
1 cucharita sal marina
2 cucharitas cúrcuma
1 cucharita comino molido
2-3 mazorcas de maíz frescas
4 tazas agua
1 cucharada zumo de limón
1/2 taza anacardos crudos (castañas de cajú), remojados toda la noche

Preparar las verduras: cortar las cebollas en medias lunas finas. Desgranar las mazorcas de maíz (colocándolas verticales en un bol y con un cuchillo filoso, cortando hacia abajo). 

Calentar el aceite en una olla a fuego medio. Cuando esté caliente, añadir las especias. Mezclar unos segundos, hasta que empieces a sentir su fragancia. Añadir las cebollas y la sal y cocinar mezclando de vez en cuando durante 5 minutos a fuego bajo, hasta que estén tiernas. Añadir el ajo picado. Si se seca la olla, añadir un poquito de agua o caldo. 

Añadir los granos de maíz a la olla y mezclar para que se empapen de los sabores, revolviendo unos minutos. Añadir el agua, subir el fuego y llevar a ebullición. Cocer unos 5 minutos a fuego bajo, hasta que el maíz esté tierno pero todavía brillante el amarillo. Mientras, preparar la salsa de menta (ver abajo). 

Apagar el fuego y con un colador quitar algunas cucharadas de granos de maíz para decorar. Añadir los anacardos colados. Pasar con la minipimer (o procesadora) hasta que esté cremoso. Añadir agua si hiciera falta diluir un poco más. Sazonar a gusto. Servir en boles con la salsa de menta, un chorrito de aceite de nuez (opcional) y unos granos de maíz. 

Salsa de menta
1/2 taza hojas de menta fresca
1/4 taza anacardos crudos, remojados toda la noche
1/4 taza agua
1/2 cucharada miel o agave
1/2 cucharita sal marina

Procesar todos los ingredientes hasta que estén cremosos. Guardar las sobras en un bote de cristal en la nevera.