Otro crumble de manzana (o albaricoque, o melocotón...)
El verano ya está aquí pero yo sigo, por prescripción médica, absteniéndome de los crudos. Por suerte ya me deja comer un poco de aguacate de vez en cuando (con umeboshi), a lo de más ya me voy adaptando.
A riesgo de sonar repetitiva y aburrida, sigo con los postres de manzana. Este crumble en realidad se puede hacer con cualquier fruta de estación (y de hecho esta versión incluye albaricoque): fresas, arándanos, melocotones, etc. Pero los postres de manzana me pueden, aún en verano. (NB: como me sobró masa, la congelé y repetí el postre pero con melocotones; quedó, también, delicioso).La masa para la parte de arriba está inspirada en una receta de Heidi Swanson. Las semillas de amapola le dan una textura crocante que contrasta perfecamente con la suave cremosidad de la fruta cocida. De la receta de Heidi, sustituí sirope de agave por el azúcar y aceite de coco por la mantequilla; el primero lo hace todo más húmedo, y no tan fácil de manipular, con lo cual es mejor dejarlo enfriar bien bien antes de intentar esparcirlo por encima de la manzana. Además de -o en vez de- las semillas de amapola, puedes incluir todo tipo de semillas o frutos secos. Puede ser que te sobre masa (según el tamaño de la fuente); se guarda muy bien en el congelador para el próximo crumble.
Crumble de manzana y albaricoque
Ingredientes:1 kilo de manzanas golden, peladas y cortadas en cuadraditos
4 albaricoques, pelados y en trozos
1 vaina vainilla, partida a la mitad y raspada
2 vasos zumo de manzana ecológico y sin azúcar añadido
2 cucharadas kuzu
Para la masa:
3/4 taza harina de espelta
1/2 taza copos de avena
1 pizca sal
2 cucharadas semillas de amapola1/3 taza sirope de agave
1/3 taza aceite de coco (derretido)
Hacer una compota con las manzanas, albaricoques, zumo de manzana y vainilla, hirviéndolo todo a fuego lento durante unos 30 minutos. Disolver el kuzu en un poco de agua fría, añadir a la compota, mezclar durante un par de minutos más. Apagar el fuego y retirar la vainilla.
Mientras, preparar la masa: mezclar todos los ingredientes secos en un bol, y luego añadir los húmedos con un tenedor. Poner en el congelador mientras se hace la compota.Precalentar el horno a 190ºC y preparar un molde rectangular con aceite de coco.Colocar la compota en el fondo, y luego la masa por encima, rompiéndola con los dedos para que queda esparcida. No hace falta que esté perfectamente uniforme, puede quedar en trocitos.Hornear durante 20 minutos o hasta que se dore por encima.
Dejar entibiar antes de servir.