Por qué integral

 En realidad yo a estas alturas me haría la pregunta a la inversa, ¿por qué tanta gente sigue prefiriendo consumir pan y cereales refinados? 

Hace unos días vi la película Pan negro de Agustí Villaronga, situada en la Cataluña rural durante los duros años de la inmediata posguerra. En aquel entonces, el pan negro era lo que comía el vulgo, los pobres, mientras el pan blanco estaba reservado a los ricos, a la minoría. 

Unos años atrás, en un taller de pan, aprendí que la costumbre de refinar el pan data del siglo diecinueve. El alto standing del pan blanco se debía a dos motivos: por un lado, por el culto a lo blanco como "puro", y por el otro, porque se descubrió que al quitarle todos los nutrientes, el pan duraba más, entre otros motivos porque a los bichos y ratones ya no les interesaba comérselo (ellos, mucho más listos que nosotros, se guiaban por el instinto de que esa sustancia no les ofrecía alimento). Interesante, ¿no?

De todos modos en general la gente compra y come pan y arroz blanco. Tal vez sea porque al comer alimentos muy extremos (carne, embutido, queso curado), el pan integral resulta demasiado pesado como acompañante. Un filete con patatas fritas con pan de masa madre de espelta resultaría un poco bomba, sin duda. Pero habría que preguntarse cuál es la parte más pesada de todo esto. 

Una vez establecido que el arroz integral tiene más nutrientes que el blanco (hoy sólo hablo de arroz, pronto escribiré sobre otros cereales integrales), por si esto fuera poco, hay más motivos para preocuparse: el arroz blanco (el del supermercado) suele pasar por muchas etapas de procesamiento químico. En primer lugar se le quita el germen y el salvado para extender su vida útil, luego se le añaden vitaminas sintéticas, y luego se lo pule con agua, glucosa o talco mineral (cancerígeno). 

¿A alguien le faltan motivos para pasarse a lo integral?

Aquí os dejo con una receta de masa integral para quiche o tarta salada (una de mis comidas favoritas). Está adaptada de una receta de Clotilde del excelente blog Chocolate & Zuchinni. La gracia está en las hierbas aromáticas secas que lleva en la masa. Tomillo y romero van muy bien, y son hierbas propias de esta época. El otro día hice una tarta salada con esta masa y un relleno de espinacas frescas, puerro y tofu ahumado. Le puse romero en la masa y le daba un toque sutil delicioso. Esta masa es tan fácil de hacer en casa que ya no querréis más masas compradas!

Masa integral para quiche:

Ingredientes: 

250 gramos harina integral de trigo

1 cucharadita sal marina fina

1 cucharadita hierbas aromáticas secas

1/4 taza aceite de oliva

1/2 taza agua fría

Elaboración:

Aceitar un molde redondo de horno. 

Mezclar la harina, sal y hierbas en un bol mediano. Añadir el aceite y mezclar con tenedor. Añadir el agua y mezclar hasta que se absorba. Amasar un poco en el bol hasta que la masa quede hecha una bola.

Poner la masa sobre una superficie levemente enharinada. Utilizar un rodillo (con un poco de harina también) para amasar hasta que quede un círculo, girando y añadiendo harina según haga falta. Intentar no trabajar la masa en exceso.

Una vez que haya alcanzado el espesor deseado, pasar con cuidado al molde y recortar los bordes para que quede bonito. 

Poner en la nevera durante media hora. 

Pinchar la masa con un tenedor y precocinar en el horno a 200ºC durante 10 minutos. Luego sacar del horno, añadir el relleno deseado, y volver a hornear unos 10-15 minutos más. 

PD: Yo compro el pan aquí, y creo que es el mejor pan de Barcelona, pero es tan caro que estos días estoy pensando seriamente en comprarme una máquina de pan, si logro hacer sitio para semejante trasto en mi cocina. 

PPD: Muchas gracias a todos por darle tan linda bienvenida a Desayuno con guisantes. Iñaki Calvo, un antiguo compañero de yoga que vino a un taller que di el verano pasado, escribió algo bonito sobre Desayuno con guisantes en su propio blog, que también es muy interesante. Lo podéis ver aquí.También Ana Arias habló de un taller que hizo conmigo en su blog, lo podéis leer aquí.