Tofu

Para quienes no comemos carne, el tofu es un alimento cómodo, versátil y fácil de preparar. Pero ojo, tampoco es una panacea; tiene un par de inconvenientes y no se debería comer tofu cada día como única proteína (creo que con 2-3 veces por semana está bien). (Hay muchas otras proteínas vegetales: tempeh, seitán, legumbres, y pescado para los "flexitarianos").

Por un lado, el tofu no es en realidad un alimento integral. La doctora Annemarie Colbin define un alimento integral como simplemente "fresco, natural, comestible y tan próximo a su estado natural como sea posible". El tofu es, en este sentido, procesado y no un alimento integral; tiene un alto valor proteico pero significativamente menor aportación de hierro, fibra y vitaminas que el alimento integral del que proviene, el haba de soja. El tofu está hecho de la leche de soja coagulada (y bajo este criterio es mejor, o más integral, el tempeh que el tofu, porque conserva el haba de soja menos procesada).

Por otro lado, según la tradición china, el tofu es un alimento que enfría mucho. O sea que en invierno, y en especial para gente con tendencia al frío (como yo), no es la mejor opción. Pero su naturaleza fría se puede transformar con el método de cocción. Por esto os quería presentar esta receta para quiche de tofu.

Aprendí la técnica de las quiches de tofu en la escuela de Montse Bradford y fue amor a primer mordisco. Siempre me han gustado las tartas saladas y esto me pareció una opción genial, no sólo porque no lleva ni masa ni nata ni millones de huevos (como suelen tener las tartas saladas que uno encuentra por allí), sino también por su versatilidad: una vez aprendida la técnica básica, le puedes añadir lo que te dé la gana o lo que tengas más a mano. Hay infinitas combinaciones y hasta ahora ninguna me ha fallado. La que hice la semana pasada fue especialmente feliz: el tofu tiene un sabor muy neutro (casi inexistente), así que le puse un montón de cosas bien sabrosas (salmón ahumado, alcaparras, tomates secos y los deliciosos ajos tiernos estacionales de l'Hort de la Carmeta) y el contraste era perfecto. Yo usé sólo tofu natural; para dar más sabor se puede combinar también con tofu ahumado.

Antes de pasaros la receta (podéis encontrar muchas entre los libros de Montse Bradford, uno que me gusta particularmente lleva alga hijiki y anacardos, en su libro sobre las algas), os cuento la combinación que pienso probar en estos días: tarta de tofu con champiñones, puerro, nueces y anchoas (una más: tarta de tofu con alcachofa, cebolla caramelizada y tomate seco).

Tarta salada de tofu, ajos tiernos, salmón ahumado y tomates secos

Ingredientes:

1 paquete tofu natural 
1 paquete salmón ahumado, cortado en trocitos pequeños 
2 cucharadas miso blanco (shiro miso) 
2 cucharadas aceite de oliva extra virgen 
4-5 ajos tiernos, en rodajas finas 
1 cucharada alcaparras 
5 tomates secos en aceite, escurridos y troceados 
1 cucharita albahaca seca 
2 filetes anchoa (opcional), picados 
sal marina y pimienta negra recién molida 
cebollino fresco, como guarnición

Precalentar el horno a 200ºC. Calentar 1 c. aceite en una sartén. Añadir los ajos tiernos cortados con 1 pizca sal. Saltear unos minutos. Cortar el tofu en trozos y procesar junto con el miso blanco, el aceite restante y un poco de agua bien caliente (para darle consistencia más cremosa). Debería quedarte una consistencia tipo puré. Mezclar esto con el salmón, tomates secos, anchoas, albahaca seca, alcaparras y ajos tiernos salteados. Colocar la mezcla en una fuente para horno redonda (pref. de cristal o cerámica). Repartir bien con una espátula. Moler un poco de pimienta negra por encima. Hornear durante 30-40 minutos, hasta que se dore. Servir con cebollino picado. Se puede tomar tibio o frío. Es deliciosa el día siguiente, cuando los sabores se han asentado más (pero no suele llegar, porque te la comes antes!).Acompañar en invierno con unas verduras salteadas, o en verano con una ensalada fresca.