Aún otra tarta de manzana

La primera receta de postre del año no podía ser sino un postre de manzana. Después de todo, seguimos en invierno y las manzanas cocidas son la fruta que mejor va al cuerpo ahora.

Si queréis hacerla un poco más decadente, la podéis servir con helado de vainilla o yogur griego.

El otro día unas aplicadas alumnas de cocina me regalaron una bolsa con manzanas de su casa de campo. No las saqué de la bolsa para que la familia no las devorara y las guardé para el fin de semana. Hacía unos días justo había visto esta receta en el blog de cléa y decidí adaptarla y compararla con esta otra de un post mío anterior; ambas tienen el crumble por encima.

El resultado fue bien diferente; a mí personalmente me gustó más la primera, más sutil y mojadita, pero la familia optó por la receta nueva, más consistente, con un crumble más sequito, harinoso y dulce. Tuvo tanto éxito que por petición familiar la tuve que repetir un par de días después, y luego otra vez para el cumpleaños de B.

Tarta de manzana con crumble 
Ingredientes:
Para la masa: 
160 gramos harina
20 gramos almendra en polvo
20 gramos azúcar de caña
4 cucharadas aceite de oliva
Para el relleno:
6 manzanas grandes
1 cucharadita canela molida
1 cucharadita ralladura de limón
unas cucharadas zumo de manzana  
Para la cobertura:
2 cucharaditas canela molida
100 gramos harina
30 gramos almendra en polvo
50 gramos azúcar de caña
2 cucharadas crema de almendras 

Preparar la masa mezclando, en orden, todos los ingredientes. Añadir 1 o 2 cucharadas de agua si hiciera falta, para poder rellenar un molde de tarta de 20 cm de diámetro. Repartirlo en el molde de forma regular. Hornear a 180ºC durante 5 a 8 minutos. Mientras, pelar las manzanas y cortarlas en trozos largos y finos. Rellenar el fondo de la tarta, espolvorear con 1 cucharadita canela y volver al horno durante 10 minutos. Mientras, preparar el crumble. Mezclar la harina, polvo de almendra, azúcar y canela restante. Añadir la ralladura de naranja. Con los dedos, hacer como una arenilla con la crema de almendra.  Añadir zumo de manzana hasta que la mezcla sea maleable sin estar demasiado húmeda. Poner el crumble sobre la tarta y hornear 30-35 minutos más, hasta que esté bien dorada. Servir a temperatura ambiente (o fría al día siguiente, con un poco de yogur natural por encima).