Qué es la granola

Llevo unos meses con el tema de la granola y estoy muy contenta porque he recibido muchos pedidos de otros sitios de España, de lectores del blog. Me encanta preparar cada caja para enviar por correo a un destinatario a quien no conozco (también me gusta pasarla en mano a comensales conocidos y amigos, claro), con la incógnita de cuándo llegará, cómo la comerá, qué me contará. 

Pero cuando empecé con esto no me imaginé que tanta gente desconocía la granola, o al menos no la conocía por este nombre. El otro día mi gran amiga Magda, a quien conozco desde hace mil años, me confesó que no tenía idea qué era eso de la granola. Los supuestos culturales son complejos; a veces damos por sentado cosas que no tienen por qué ser así. 

Por eso me pareció buena idea escribir un post para explicar a quienes todavía no se animan a decirme qué es esta comidita tan rica que se llama granola. 

La granola es una mezcla de cereales, frutos secos, fruta seca y especies. Existen infinitas variantes y combinaciones; yo probé muchísimas hasta dar con la que hago ahora. Es muy divertido jugar con todas ellas y no hacerla nunca dos veces idéntica. La base suele ser copos de avena, y a ellos se añaden todos los ingredientes adicionales que uno quiera y que la imaginación y el buen gusto te permita. Popular como desayuno en América, también se utiliza mucho como cobertura en postres o como merienda en barritas (cómodas para llevar), como éstas

La versión que os voy a ofrecer aquí no es, en absoluto, la que vendo aquí (no estoy preparada para develar la receta secreta todavía!), sino una versión que preparé especialmente para mis hijos. Llevo tiempo luchando con ellos para erradicar los cereales en caja comprados, que por más ecológicos y sanos que se publiciten, siempre llevan azúcar en el mejor de los casos, cuando no montones de conservantes y añadidos químicos. Intenté recrear los favoritos de B. y O. que son éstos (bastante "naturales" dentro de lo que cabe, pero aún así, industriales y con algún añadido desagradable además del azúcar). Utilicé una base parecida pero endulcé con zumo de manzana (mi favorito, el ecológico de Cal Valls), a sugerencia de la receta de granola del libro de recetas de Rose Bakery de París. 

B. y O. apreciaron mi esfuerzo, pero cuando un paladar está acostumbrado al azúcar resulta muy difícil convencerlo de lo contrario, pero en casa seguiré en la lucha hasta conseguirlo. Al menos lo comieron. Espero que la próxima tanda tenga más éxito con ellos. (Aclaro que la granola de desayuno con guisantes es algo más dulce; está endulzada con otros endulzantes naturales. Con mis hijos soy más exigente.).

Ah, para quienes se lo estaban preguntando: la diferencia entre la granola y el muesli (palabra que sí se escucha más por estos pagos) es que el muesli es crudo, mientras que la granola está horneada, con lo cual es más fácil de digerir. Además tiene la ventaja de que puedes preparar gran cantidad, ya que se conserva muy bien en un bote de cristal en la nevera. 

Os recuerdo que tengo sigo con la promoción de comprar 6 bolsitas al precio de 5. Escribir aquí para más información. 

Granola con chocolate
Ingredientes:  
4 tazas copos de avena
1 taza almendras crudas picadas
1/4 taza semillas de sésamo crudas
4-5 cucharadas aceite de oliva
1/2 taza zumo de manzana natural sin azúcar
1 cucharita canela en polvo
1 cucharita vainilla en polvo 
1/2 taza chips de coco, opcional 
80 gramos chocolate negro 

Precalentar el horno a 110ºC. Mezclar todos los ingredientes excepto el chocolate, 1 cucharada aceite (y el coco, si lo utilizas) en un bol grande, asegurándose de que quede todo bien impregnado de líquido. Repartir uniformemente en una bandeja de horno. Colocar la bandeja en el tercio superior del horno. Horear unos 30 minutos, mezclando con la espátula cada tanto para asegurarse de que no se queme. Añadir los chips de coco y el aceite restante en los últimos 2 minutos. Cuando esté bien doradito, quitar del horno. Dejar enfriar un poco antes de añadir el chocolate bien picado. Una vez que se haya enfriado, guardar en un bote de cristal en la nevera. 

Servir con tu leche favorita–fría o templada, o con yogur, en compota de postre, o así sola como merienda.