Muffins de calabaza y coco para Halloween

De pequeña Halloween era mi fiesta favorita. No tanto por las golosinas (la mayoría iban directo a la basura) sino por el encanto de ver a todo el mundo disfrazado en la calle. Vivíamos en una ciudad-suburbio donde caminar por la calle no era una opción (te miraban raro). Y de repente esta transformación anual, popular, nocturna y excéntrica, se convertía en una fiesta por partida múltiple. Tal vez por eso, a pesar de la colonización, no me molesta del todo que Halloween, tradicionalmente tan americana, se esté exportando hacia estos pagos. 

Hace unos años, tras un taller de cocina infantil organizado por Gadgets de Cuina al que llevé a los niños (un loquero, en pleno centro comercial, lleno de gente, mal organizado, me arrepentí), compré un molde de silicona para muffins de Halloween. Son 6 muffins con formas de calabaza, murciélago, fantasmita y calavera. A los nenes les encanta usarlos y aparecen por casa también lejos del mes de octubre. 

Cuando vi esta receta en el blog de Green Kitchen Stories, sabía que era idea para juntar los moldes con la época. Inspirada por la estética fantasmagórica de Tim Burton en la peli Frankenweenie que habíamos visto la tarde anterior en el cine en famille (qué alegría cuando una película logra gustar a toda la familia), me levanté un domingo tempranito para prepararlas.

La calabaza potimarrón (o hokkaido) está en su esplendor; a mí me la trae semanalmente Enric y como habréis visto por las recetas del blog (por ejemplo ésta o ésta), no puedo parar de cocinar y comerla; es el sabor que más me apetece en esta época. La receta original era sin gluten (con harinas de almendra, trigo sarraceno y coco); como el gluten es de las pocas cosas que todos en la familia toleramos (si bien yo llevo tiempo intentando prescindir del trigo), la cambié y usé una mezcla de espelta y avena. 
A algunos de los muffines les añadí unas pepitas de chocolate negro que me regaló mi amiga Aura; la sorpresa inesperada que hizo feliz a los niños un domingo por la mañana. 

Muffins de calabaza y coco
Basado en una receta de Green Kitchen Stories
Ingredientes para 15 muffins:
1 taza harina de espelta
1/2 taza harina de avena
1 cucharita levadura en polvo
1/2 cucharita bicarbonato de sodio
1 pizca sal marina
1 cucharita canela en polvo
1/2 cucharita nuez moscada molida
1/2 cucharita pimienta de Jamaica molida 

1 cucharita esencia de vainilla
1/2 taza puré de calabaza 
2 huevos
5 cucharadas sirope de arce (o miel)
1 taza leche de coco
1/3 taza aceite de oliva virgen
1/2 limón, ralladura y zumo
opcional: un puñado de pepitas de chocolate negro

Primero asar la calabaza. Esto lo puedes hacer con antelación. Cortarla por la mitad y colocar en una bandeja de horno con papel vegetal, con la piel hacia arriba. Hornear a 200ºC durante arpox. 30-40 minutos (hasta que esté tierna y levemente dorada). Dejar entibiar y vaciar con una cuchara de madera. Medir 1/2 taza y reservar el resto para sopas u otras recetas.
Mezclar los ingredientes secos en un bol (todos hasta la nuez moscada incluida). En otro bol, batir los huevos. Ir añadiendo los demás ingredientes húmedos sin parar de mezclar. Finalmente, si las usas, añadir las pepitas de chocolate.
Añadir los ingredientes secos a los húmedos y mezclar con espátula. Pasar la mezcla a los moldes preparados (aprox. 2-3 cucharadas soperas por muffin). Hornear a 185ºC durante 15-20 minutos, hasta que un palillo insertado en medio salga limpio. Dejar enfriar antes de desmoldar.