Para los amantes del bol y cuchara, os ofrezco un nuevo porridge, esta vez basado en una receta del maravilloso libro Whole Grain Mornings, de Megan Gordon, la creadora de la granola más rica (después de la mía, claro). Gordon se inspiró a su vez para esta receta en un muffin tradicional americano que se llama Morning Glory o gloria matinal. Comerse esta crema de avena con especias dulces y añadidos tiene todo el placer pero sin culpas ni remordimientos, ya que no lleva azúcar ni la harina del muffin que lo gestó. Varié un poquito la receta original al sustituir dátiles por las pasas de uva que usaba Gordon: no convencen las pasas en esta casa, y además el dulzor de los dátiles me permitió no tener que añadir ni un poquito del azúcar moreno. (Eso sí, a B. le puse un poco de sirope de arce por encima, cómo no.)
Read MoreCuando llegué a California, un libro llevaba un rato ya en mi wish list: Vegetable Literacy de Deborah Madison. Lo había visto en mi viaje anterior, y además estaba en boca de todas las bloggeras que sigo habitualmente. Pero con su tapa dura y sus buenas 400+ páginas gruesas (con fotos de alta calidad, como las hace Ten Speed Press), sabía que no era el libro para llevar y traer por encima del charco demasiadas veces.
Read MoreHace un par de semanas tuve que hacer un viaje a Buenos Aires por tres días. Una locura total. Sumado a un problema de muela que tuve que resolver de urgencia (gracias Ari!) y a que mi vuelo de regreso tuvo más complicaciones que facilidades, llegué con el cuerpo -y el alma, que siempre tarda más en aterrizar- hecho polvo, necesitando reparo.
Read MoreYa llevamos tres semanas y media en California y de momento seguimos de luna de miel. Dos cosas, sobre todo, me tienen captivada: la enorme presencia de la naturaleza en el día a día (I. todavía no se acostumbra a ver las ardillas a todo rato; ayer cuando iba en bici a yoga una mofeta cruzó mi camino) y la luz, la preciosa luz brillante que ocupa cada rincón de mi casa.
Read MoreQuienes me conocen bien saben (y quienes no, os cuento) que llevo muchísimos años soñando con un viaje a Japón. Por motivos estéticos y culinarios, me atrae como ningún otro sitio, sobre todo el Japón antiguo, imperial -no tanto el Tokyo moderno sino Kyoto y sus templos.
Read MoreTienes que tener tiempo para preparar esta receta. Podríamos llamarla una receta slow.
Read MoreAquí va una receta que sienta bien calentita en invierno, como ingrediente proteico de una comida suculenta, con unos espaguetis y salsa de tomate, por ejemplo, o gratinadas sobre una cama de quinoa y espinacas. Pero también se pueden comer frías en verano; se pueden llevar incluso a un picnic y comer con los dedos.
Read MoreMi segunda receta de Jerusalem de Ottolenghi y Tamimi (la primera fue esta calabaza asada con salsa tahín), fue un arroz con acelgas. Suena aburrido, lo sé, pero este plato tiene una particularidad: está sigilosamente endulzado con sirope de arce (en el original: sirope de granada). El resultado, si bien mantiene el trasfondo de sabor terroso de la acelga, es sorprendentemente dulce; con lo cual gusta a los niños (y grandes) inmensamente.
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